Indicadores económicos

Una almojábana en Juan Valdez cuesta $ 2.000... en la Quinta con Quinta, $650. ¿Qué tendrá la de Juan Valdez? Demasiado nombre, diría yo. Un tinto pequeño en Café&Café de Chipichape, $ 1.100... en Juan Valdez $ 1.600, pero es el doble que el de Café&Café.
El pasaje de bus en Cali cuesta $ 1.300... en Ipiales $ 700... en Pasto $ 800 (pagaría el doble en estas dos ciudades Nariñenses por el excelente servicio y la mitad en Cali por... dejemoslo así).

Comentarios

Link dijo…
Así este de acuerdo con lo que usted intenta criticar de la sociedad den la que vivimos, no puede olvidar que Juan Valdez es no solo una marca que nos representa en el exterior, también es una de las pocas buenas visiones de Colombia en el exterior. El día que Café&Café aparezca en una película de Hollywood de mostrando la realidad del café colombiano, entendiendo esto como el mejor café del mundo, estaré de acuerdo con usted mientras tanto seguiré comiendo almojábana tanto en la Jiménez con quinta, como en el Juan Valdez del parque de la 93.
Anónimo dijo…
jajaja, esta es la realidad de nuestro país, en la que las élites y comercio, vuelven nuestro patrimonio en una excusa para que la almojábana de juan valdez (q no necesariamente es mejor que la del chuzo de la esquina) sea preparada con oro y por esta razón cueste más que la de la pequeña tienda preparada con dedicación.
maniaurbana dijo…
Señor link, gracias por comentar en Manía urbana, bienvenido.

Yo no he criticado a la marca Juan Valdez ni lo que esta significa para Colombia como imagen, es un muy buen logro del mercadeo. No es necesario que aparezca Café&Café en una película de hollywood para saber que el café que allí venden también es el mejor del mundo (es colombiano), antes lo tomaba allí, pero por eso de la oferta, apareció Juan Valdez en Chipichape (asunto que en este mismo sitio ponderé), y por comparación de precios me cambié de inmediato a ser su cliente. Si el de Juan Valdez fuera malo, y barato, compraría otro bueno y más caro, téngalo por seguro. Ese no es el punto. Hablo de precios justos...

Por favor, cuando vaya a Bogotá déjeme avisarle, me parecería grato comerme una o dos almojábanas de Juan Valdez invitadas por usted, así tertuliamos un buen rato humedeciendo además nuestras palabras con un buen café colombiano mientras vemos pasar las horas desde el bello parque de la 93.

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