Al sur de un gran país...

Bueno, tal vez en ciudades como Ipiales y Pasto hayan olvidado construir muchas cosas, pero tienen otras muy buenas a las que vale la pena hacerles publicidad.

Hoy llegué a Ipiales y después de hacer unas vueltas personales tomé un bus urbano para llegar a la terminal de transporte y venirme para Pasto (desde donde escribo esta nota ahora). Vaya, me sorprendieron, de buena manera, la amabilidad del chofer y la limpieza de los buses (por dentro y por fuera) en Ipiales... de no creer, nada que ver con los buses caleños que son un asco en su mayoría. ¿Qué nos pasa en Cali? Los buses caleños son viejos, pero los de Ipiales no es que sean los más nuevos, pero parecen nuevos de lo tan limpios que están... y en Pasto, en las calles, no hay un solo papel, la ciudad está reluciente, muy limpia y la gente amable a más no poder.

En la vía panamericana están haciendo unos arreglos, cambiando tuberías, pero el orden es total... hay personas dispuestas para parar los carros cuando EL PEATÓN va a pasar... uno casi que ni tiene que esperar a que no vengan carros porque la prioridad, como en ciudad europea, la tiene el peatón... y créanlo, nadie pita, esta obra en Pasto, medidas las proporciones, es como la del MIO en Cali... me quito el sombrero, no deja Pasto de ser la ciudad sorpresa, mucha construcción, mucho progreso.

¡Buena esa Nariñense!

Comentarios

Ilustración dosificada.
Cordial saludo.
Saudade dijo…
Si, desafortunadamente Cali tiene todo lo malo de una ciudad grande... y los problemas de los pueblos.

Y los buses son un asco, pero sus conductores lo son más.
maniaurbana dijo…
Sí Saudade, no me quise meter ese día en esa discusión pero es verdad: acá en Cali muchos conductores de buses y taxis, y hombre, de carros particulares también son peligrosos, brutos, animales... como bien lo decís e ilustrás vos en tu blog.

Gracias por la visita y por dejar tu comentario.

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