Normas básicas para el uso de un baño compartido



Todos los días, por alguna razón, debemos usar el baño en algún lugar público, en nuestro lugar de trabajo, por ejemplo, y hacerlo supone que pongamos nuestra educación y sentido común en juego. 

Vamos a ver, el tema es tan sencillo y lógico como decir que un baño compartido no es nuestro baño privado. ¿Es obvio? Pues parece no serlo. ¿La razón? Pues solo hay que ver lo mal que lo pasamos muchas veces cuando tenemos que usar un baño público.

Estas son algunas normas básicas para compartir un baño y no untarse en el intento.

  1. Siempre déjalo en mejor estado del que lo encontraste. ¡Siempre! Porque en el caso de las oficinas, siempre habrá alguien cerca que sabe que fuiste el último en usarlo y así no hayas sido tú, creerán que sí.
  2. Lávate y sécate las manos antes y después de hacer uso del baño. Por aseo y por respeto. No abras la puerta con las manos mojadas, a ninguno le gusta coger la perilla de la puerta y mojarse las manos con un líquido indeterminado, no es agradable.
  3. No te pongas a jugar, leer, chatear y, mucho menos, dormir cuando estés en el baño. No es tu baño privado, otros lo necesitan. Entra y sal en el tiempo justo. Evita que el que espera tenga que dar explicaciones que te dejen muy mal senado. Hola, yo aquí esperando a que Albert termine, que lleva horas en el baño, ¡ya sabes cuánto se demora siempre! Tú saldrás liviano, pero te avergonzarás cuando al salir, media oficina te mire con esa sonrisa burlona.
  4. No tienes buena puntería, entonces hazlo sentado, no tienes que mojarlo todo para demostrar tu hombría y si eres tan hombre puedes orinar sentado sin que eso te tenga que preocupar. ¿No eres capaz porque eres muy hombre? Entonces sé tan macho de limpiar hasta la última gota porque después de ti, apreciado Superman, viene una linda Luisa Lane a usar el baño u otro súper héroe que necesitará sentarse y no tiene por qué hacerlo en tus charcos. No es cuestión de hombría, sino de ser civilizado. También hay heroínas que salpican, así que lindas doncellas a limpiar o las sacamos de la liga de la justicia.
  5. No importa lo que hagas, siempre limpia. Hazlo por aseo y por reputación. No conozco una sola oficina donde no haya un personaje al que todos señalemos por cómo deja el baño cada que lo usa.
  6. No expliques a qué vas al baño, nadie necesita saberlo. Finalmente todos vamos, todos.
  7. No se trata solo del bizcocho del inodoro, también del piso, las paredes y el espejo. Si te vas a lavar la cara, las manos o a mojarte el pelo, no dejes todo el baño mojado. Toma una toalla y sécalo.
  8. No le des la mano a alguien cuando sales del baño, no es cortés. No hay que explicarlo.
  9. En los baños compartidos no le pongas conversación a la gente, te juzgarán mal, no es un club.
  10. No te quedes mirando a la persona de al lado, menos si está orinando. Tampoco mires a alguien por el espejo por más de uno o dos segundos. ¿O vas de levante a los baños?
  11. El baño no es para maquillarse, peinarse y quedarse charlando con el vecino, otros necesitan usarlo, es un baño compartido.
  12. Antes que todo, fíjate si hay o no papel. No querrás quedarte pensando ¿y ahora qué hago? O tener que pedir ayuda a alguien con quien no tienes tanta confianza.
  13. Y hablando de papel higiénico, no lo toques innecesariamente ni lo mojes, solo el pedazo que vas a usa, se entiende ¿no?

Puedo seguir enumerando algunas cosas más, pero seguramente ya tu sentido común te dirá qué cosas más pueden ser desagradables en un baño que compartes en la oficina u otros lugares como aviones y locales comerciales. Ah, y un punto extra, no sobra -nunca- llevar un poco alcohol en tu maletín o bolso.


Comentarios

maniaurbana dijo…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo…
muy agradecido por el aporte, buen trabajo!
vanesa dijo…
Todos los días, por alguna razón, debemos usar el baño en algún lugar público, en nuestro lugar de trabajo, por ejemplo, guiaesceptica.org/biografia-de-yunho-ateez/

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