¡Hoy me dio nostalgia de 1998!

"El cuarto del Papa" de Ethel Gilmour.
Foto: ElMundo.com

Si bien la nostalgia suele hacerme compañía con cierta regularidad, hoy me acompaña una nostalgia de 1998. Sentimiento inesperado que me atacó después de leer un trino de Héctor Rincón (@RinconHector) quien fuera mi maestro en la Revista La Hoja de Medellín, junto a Juan Fernando Mosquera (@lluevelove), Ramón Pineda, Ana María Cano, Mónica, Esteban Uribe, Lina, Amparo Quintero, Carlos, David. Andrés Felipe Jaramillo... Siempre que veo los trinos de Héctor no puedo dejar de sentir nostalgia por unos meses enriquecedores en los que trabajé en La Hoja. Sí, en la que trabajé porque aunque fue mi práctica profesional, fue a la vez mi primer trabajo.

Y me acuerdo de la casa del Parque Lleras, de la oficina compartida con Juan, Ana María, Ramón, Esteban y Lina. No puedo olvidar mis ojos desorbitados al ver tanto talento a mi alrededor. Tengo imágenes claras de momentos como aquel día en el que Héctor llegó de RadioNet Medellín y nos preguntó si se había pasado con el comentario que hizo al dar la noticia aire sobre la muerte de un político (sobra traerlo a colación) "Señores, ha muerto una rata", lo preguntó de verdad con cierta ingenuidad. Era un momento complejo el que atravesaba Medellín y toda Colombia, pero no pudimos sino estar de acuerdo con que había muerto una rata.

Y me acuerdo de "La Visita" que hice al Museo de Arte Moderno de Medellín - MAMM- y el grito que, apenas entrar, me pegó el guarda de seguridad "¡oiga joven!, no se pare sobre esa obra de arte". ¡Yo me estaba limpiando los pies, cosa que hice sin pensar! Y es que "La Visita" era la exposición de Ethel Gilmour que recreaba ni más ni menos su apartamento del Parque Bolivar, en Medellín, en el que vivía con "Orge" como llamaba a su esposo, Jorge Uribe, con su acento norteamericano. Su apartamento era de mil colores como su obra. El tapete de la entrada para limpiarse los pies era parte de la exposición y yo me limpié en él dos veces, una cuando le hice una visita para entrevistarla y otra, la vez de "La Visita" al MAMM. Ambas visitas me encantaron tanto como escribir para el semanario La Hoja Metro la crónica que no me resistí a contar en primera persona. La artista y su esposo "Orge"se divirtieron mucho con la anécdota, lo supe porque ella llamó a dar las gracias. Ethel Gilmour murió diez años después en el 2008.

Fue una época bonita. Si bien la nostalgia a la que me llevó leer un trino de Héctor tiene el dolor de todas las nostalgias, se mezcló con la alegría y el placer de haber encontrado a un compañero de La Hoja de Medellín a través de twitter. Haré otra visita a la red a ver si encuentro, en trinos volando, a Ramón y los demás.

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