Increible falta de control de seguridad en el MIO

Esta mañana en una de las estaciones del MIO, exactamente en la estación Chiminangos, última estación sobre la Cra. 1a., sentí que algo me chuzó el brazo, realmente sólo fue un roce sin consecuencia alguna, pero me puso a pensar varias cosas:

1. ¿Cómo se le ocurre a alguien llevar un vidrio partido sin protección alguna en un medio de transporte público? Creo que lo más inteligente que puede hacer alguien que necesita transportar un vidrio partido es envolverlo en papel cubriéndole las puntas con cartón para no lastimar a alguien. No, este señor, no lo hizo.

2. ¿Cómo pudo entrar a la estación? ¿Por qué lo dejaron entrar? Había un guarda de seguridad, el que siempre está en la entrada, más un funcionario del MIO más una Guarda Cívica, tres funcionarios a falta de uno. Los funcionarios del MIO, perdónenme los ultra sensibles que se sienten por todo, pero esta gente no tienen sentido común, el menos común de los sentidos. No lo tienen o no están, y esto es más grave, capacitados para identificar situaciones de riesgo, deberían saber qué objetos se pueden transportar en el transporte público e incluso, que objetos pueden convertirse en una amenaza, es decir, un vidrio partido, es algo así como un arma. Y así no sea un arma en efecto, puede herir a alguien, imagíne que el conductor tenga que frenar bruscamente y salga el vidrio disparado y corte a alguien.





En la primera imagen pueden ver el señor de camiseta tipo polo azul clara de rayas, con unos papeles y el vidrio en la mano. En ese momento ya me había rozado el brazo y vi como tanto la Guarda Cívico (siempre he pensado que no cumplen ninguna función a la sociedad) como el otro funcionario del MIO lo vieron y seguían conversando, ella como gran cosa oprime el botón que todos sabemos oprimir para abrir cuando estas no se baren por sí solas. Le dije al funcionario ¡no deberían permitir transportar un vidrio sin protección en el MIO, y mucho menos si está partido! El funcionario se quedó pensando y le volví a decir, no derían, subiendo un poquito mi voz y abriéndole los ojos a ver si respondía algo y sólo me dijo, "sí señor, usted tiene toda la razón" ¿Ah? sólo dijo eso, pero no hizo nada. Así como no hizo nada el guarda de la entrada, que no debío haberlo dejado pasar. La Guarda Cívico no dijo nada, tampoco esperaba nada de ella, es de esperarse que para variar los Guardas Cívicos no hagan nada en Cali. Son un gasto inútil, ellos deberían ser los que le enseñaran a la gente que esas cosas no se hacen, deberían ser los educadores cívicos de los caleños, pero no, no son eso y no son nada. Son tan inútiles que hace unos días los vimos pintando los bordes de los andenes caleños y limpiando los postes de avisos. ¿Esa es su función?

En fin, creo que el problema de la seguridad en las estaciones del MIO es serio y no es culpa de estos tres pobres funcionarios sin sentido común y sin pasión por hacer bien su trabajo, sin iniciativa para haberle impedido al señor entrar al MIO poniendo en peligro la integridad de los otros pasajeros. El problema radica en que no hay un líder que haga cumplir las políticas de uso del transporte público, no hay un líder que entienda el uso del transporte masivo como una oportunidad única de hacer alfabetidad cívica en Cali. El MIO es un desperdicio culturalmente hablando. Ese debería ser un escenario de educación ciudadana, de despertar al civísmo y no se está aprovechando porque los líderes caleños son igualmente inútiles.

Comentarios

Anónimo dijo…
diosssssss
a quien se le ocurre?mque gente loca!rogicept

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