Brilla el sol en Cali

Por estos días me llamó la atención ver que en Cali el sol (que nunca falta) brilla con nuevos aires. Hombre, llueve como en todo el país, pero brilla y calienta como nunca cuando puede.

Me llamó la atención al cruzar un puente peatonal, sobre el Río Cali en el noroeste de la ciudad -un puente que reconoce ya mis pasos- que un grupo de hombres con un pequeño carro cisterna lavaba el puente, de esto hace más de cinco días.

Ahora el puente se ve limpio, ya no hay minas de mierda humana en él, ni bolsas de basura y apenas una que otra hoja seca de los árboles que lo enmarcan empiezan a poblarlo de nuevo... las barre la brisa de las cinco de la tarde que en el oeste caleño nunca falta.

El puente cambió y yo quiero creer que la ciudad está empezando a cambiar, a mostrar su cara limpia gracias a una nueva mentalidad... o mejor aún, gracias a una recuperación de la antigua mentalidad de orden que acá, según los caleños, reinaba años atrás, y según quienes veníamos de paseo a la Sultana del Valle.

No es asunto político o por lo menos no quiero meterme en el tema de lo político, quiero pensar mejor que es un cambio de mentalidad generalizado y que ese cambio está tocando a la administración de turno dado que Cali ya no aguantaba más indiferencia. A barrer todos, a defender nuestras calles, a no dejar ensuciar nuestra ciudad.

A propósito, esos puentes tiene más vigilancia desde hace como un año. El puente peatonal de la Cervecería (el del Conservatorio) ya se puede cruzar tranquilamente hasta más o menos las 7 de la noche entre semana, antes eso era un suicidio hacerlo.