En el paradero 'pana', ¡que ahí está el guarda!

Esta mañana iba a la oficina en bus, en una de las tantas rutas que van por la Calle Quinta (sentido norte-sur); habitualmente los buses que toman esa vía, a la altura de San Antonio hacen la parada junto al puente peatonal de Comfenalco (esquina calle 5 con carrera 6), ese no es el paradero oficial, pero es el paradero institucionalizado a fuerza del uso cotidiano.

Media cuadra antes de llegar al paradero timbré e inmediatamente el conductor, con cara y tono de regaño me lanzó su descalificador “en el paradero ‘pana’, que ahí está el guarda”. No se puso colorado ni nada, para él hacerle el quite a la ley es lo normal, así como regañar a los pasajeros por sus múltiples culpas. Y como también es normal que estos profesionales (¿?) del volante tengan como puntos oficinales para recoger pasajeros cualquier lugar donde alguien levante el brazo y para dejarlos sólo aquellos sitios donde su más ortodoxa gana les dé.

¡Pensando en voz alta!
Mientras no eduquemos a los conductores de transporte público ni hagamos lo propio con los ciudadanos y con quienes crean las estrategias y normas que rigen a los guardas de seguridad, nuestras ciudades no serán centros urbanos organizados, o por lo menos no lo serán desde el punto de vista del transporte público.