Paul Potts: una lección al orgullo

Estrellas no sólo son las que brillan en los escenarios, eso queda confirmado con esa serie de programas caza talentos en los que de entrada una imagen desaliñada puede ser objeto de burla. Nunca se sabe dónde saltará la liebre, y eso no parecen entenderlo las personas que juzgan al mundo, aquellas que siempre están con el dedo listo para disparar sus dardos certeros con sus sentencias aprobatorias o desaprobatorias.

Paul Potts, el sencillo británico, vendedor de celulares y mueco le hizo comer la ironía a quienes frente a su aspecto deslucido y su timidez alcanzaron a burlársele.

Una lección para todos nosotros, siempre que en la mayoría de los casos juzgamos a la gente por el aspecto, la posición y la estética. El será mueco; ciegos somos la mayoría de los hombres.