La calle caleña

Hoy Cali, con el Masivo Integrado de Occidente -MIO- (el sistema de transporte en actual furor en las ciudades colombianas) vive cambios estéticos que además cambian los recorridos de quienes esta ciudad transitamos. Cali tiene ahora nuevos espacios y con ellos empiezan a aflorar las nuevas ciudades que en ella conviven.

Luis Fernando Muñoz Roldán, dicta el taller de fotografía digital "Caminando la vieja y la nueva calle" en el marco del XII Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Comunicación Social - Tecno Cultura Comunicación al que, junto con otras personas, me invitó a participar.

Acá algunas de las imágenes de los recorridos planteados, los de la calle quinta a propósito del MIO y los del centro.

El centro de Cali, sus colores, gente y contrastes

El MIO aparece en el momento en que esta ciudad, que muchos recuerdan como muy cívica en otros tiempos, cambia o cae definitivamente en el abismo oscuro de la apatía (¿habrá más fondo?). Y hablando de apatías, con la política parece que ya nos hemos conformado... Cali tras cada elección de alcalde ha ido de mal en peor.

La peor apatía, sin embargo, no es la de los gobernantes, que esta ya de por sí pesa lo indecible, sino la de los ciudadanos, la del ciudadano caleño indolente que lo único que hace es decir que esta fue una buena ciudad y seguir su camino. Sí, esta fue una buena ciudad, nadie lo niega, pero podría seguirlo siendo, recuperarse, levantarse de nuevo. Y si Cali no entiende este cambio estructural a partir de sus nuevas vias, si la próxima administración no asume el reto de aprovechar el momento histórico que supone su nueva colomna vertebral, el MIO, entonces estaremos condenados a vivir otros cien años de soledad cargados de mucho más realismo mágico del que la estirpe melancólica del Coronel Aureliano Buendía podría soportar.