Internet, ¿una nueva religión?

Encontré en Confesiones, uno de los Blogs de El Tiempo escrito por el teólogo Fabián Salazar una interesante columna que quiero compartir con ustedes: Internet, ¿una nueva religión?, y a propósito de ella pienso lo siguiente, relacionado incluso un poco con algo que ya había escrito yo acá hace unos días sobre periodismo ciudadano que encuentro relacionado con la temática desde el punto de vista de la libertad de publicación, el cómo abordar la verdad o los hechos, vistos a la luz de múltiples miradas.

Internet le da un golpe certero a las iglesias ortodoxas, y mejor aún, hablando en términos generales, le da un tiestazo a todo lo que cabe dentro del concepto de lo tradicional: medios de comunicación, fuentes informativas, voceros oficiales, iglesias etc., es a través de las posibilidades abiertas de tajo por las nuevas tecnologías que se escucha el clamor de los que antes sólo podían hablar a través de un representante con el que en muchos casos ni siquiera se estaba de acuerdo. Internet como nueva religión o como nuevo espacio espiritual, páginas que cuentan las mil y una versiones de un hecho (¿verdad?) llegando incluso a tomar como fuente la más oficial de ellas o, al paso, la opinión de los ciudadanos comunes, las experiencias de quienes sufren los embates de los altibajos económicos y no tanto ya la de los ministros de hacienda…; las voces no oficiales empiezan a retumbar en los oídos de los funcionarios gracias a nuevos medios que no tienen compromisos más que con ellos mismos o con la profesión y ya no tanto con poderes ajenos.

Sin embargo la libertad absoluta tiene un peligro, ¿qué es verdad, qué no lo es? Internet supone el surgimiento de un nuevo lector, de un lector que pueda elegir entre la basura y entre lo excelso de la información universal que se puede encontrar tras un clic.

Comentarios

Anónimo dijo…
A propósito del internet "nueva religión"

Mis reflexiones sobre le poder y la construcción del vínculo social me han llevado a leer sobre la "clase media mundial" y este acceso generalizado a la comunicación abierta, que genera nuevas inclusiones y nuevas marginalidades.
No obstante las ventajas de la comunicación abierta, estos espacios anónimos me generan preguntas sobre el valor de la palabra y su poder de construcción de comunicación y tejido social. Cuál es el valor de la palabra que se comunica "abiertamente", por fuera de una tradición y de un conjunto de valores compartidos? Cómo construir un universo compartido de significados con aquellos otros sin rostro para comunicarnos humanamente con ellos?
Tienes razón cuando dices que el blog crea un nuevo "espacio espiritual" de intercambio libre, pero me temo que ello no sea suficiente para crear vínculos entre individuos que tienden a olvidar su pasado y las condiciones políticas y sociales que se requieren para su existencia como individuos.
No crees que hay un bonito espacio de reflexión para la política y para la religión, concebidas como lugares de construcción de tejido entre individuos capaces de comunicar sin ataduras. Podemos unirnos sin atarnos? quizá la palabra razonada y la dependencia a un Otro ante el que todos somos iguales tengan todavía algo que decir...

Gracias por tus reflexiones siempre provocadores y que dan qué pensar!

Un abrazo,

Luis F
maniaurbana dijo…
Hola Luis Fernando, puedo decir que ahora que tengo a un interescritor acá en el blog de tan alto calibre tendré que esforzarme para mantener la altura de las visitas, que con la tuya hay otras también muy gratificantes y que animan a seguir escribiendo sobre temas encarretadores.

De la religión tendría mucha tela de donde cortar y prometo sentarme pronto a responder a lo que acá preguntas.

Un abrazo

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